Duras críticas a las políticas antidrogas
Conclusiones sobre el debate entre César Gaviria, Jorge Castañeda y Sergio Muñoz Bata
Sábado, 12 de febrero, 2011
El ex presidente César Gaviria, el ex canciller mexicano Jorge Castañeda y el columnista Sergio Muñoz Bata debatieron qué hacer con el narcotráfico. Las políticas de lucha contra el narcotráfico seguirán siendo un fracaso mientras el consumo de estupefacientes en Estados Unidos no disminuya.
Esa fue la gran conclusión del panel '¿Para dónde va la lucha contra las  drogas?', debate que abrió ayer el Foro 100 años de EL TIEMPO, en el  auditorio de la Cámara de Comercio de Bogotá, que tuvo como  protagonistas al ex presidente César Gaviria Trujillo, al ex canciller  de México Jorge Castañeda y al periodista y columnista de esta casa  editorial Sergio Muñoz Bata. 
 
En el panel, el ex presidente Gaviria y el ex canciller Castañeda  coincidieron en que tanto Colombia como México deben exigirle a Estados  Unidos un cambio en su política contra las drogas, hasta ahora enfocada  en la represión. 
 
"La idea de prohibición total para resolver el problema de consumo de  drogas ha demostrado ser, a lo largo de los últimos 100 años, un fracaso  en todo el mundo. Es una simple utopía que no tiene resultados para  mostrar", dijo el ex presidente Gaviria. 
 
A su juicio, la solución del problema de las drogas debe plantearse como  "un tema de salud y no como un hecho criminal". 
 
Actualmente, en Estados Unidos -dijo Gaviria- hay 550.000 presos por  temas de drogas, que le cuestan a ese país 450.000 dólares cada uno,  recursos que, señaló, podrían invertirse en planes de atención de los  adictos. De hecho, otras encuestas indican que el 60 por ciento de los  prisioneros acepta que consume marihuana en las cárceles, agregó el ex  presidente. 
 
Refiriéndose a Colombia y a México, los países que han sufrido los  mayores golpes de la violencia de los narcos, Gaviria aseguró que deben  enfocar sus esfuerzos diplomáticos en lograr un replanteamiento del  problema. 
 
Y puso como ejemplo la salida que tomaron países europeos que, incluso,  para tratar la adicción, ofrecen dosis controladas a quienes están en  tratamiento. 
 
El ex mandatario destacó que iniciativas como el Plan Colombia  permitieron mejorar la seguridad, evitar que el narcotráfico se hiciera  incontrolable y que Colombia se convirtiera en una nación inviable.  "Pero todo esfuerzo que hagamos los colombianos es imposible de sostener  ante la tolerancia al uso de drogas en Estados Unidos -cuestionó- (...).  La marihuana es hoy legal en algunos estados, así no sea la política de ese país". 
 
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y Michael Shifter,  presidente del Diálogo Interamericano -centro de pensamiento ligado a  ese organismo multilateral-, terciaron en el tema e insistieron en que  EE. UU. debe diseñar una política común antidrogas con sus socios en el  hemisferio. 
 
"Tenemos problemas comunes. De pronto los discutimos y sacamos una sola  solución en vez de que cada uno tenga su propia política", dijo Insulza.  Shifter, más pesimista, agregó que el diálogo "es algo a lo que EE. UU.  no está acostumbrado". Los dos eran, también, invitados centrales de  otro panel del foro, '¿Cuál es el futuro de la democracia?'. 
 
Más países afectados 
 
El ex canciller Castañeda dijo que la "errada política de represión" que  impulsa el Gobierno de los EE. UU. afecta a otros países, porque las  operaciones encaminadas a cerrarles el paso a los cargamentos de droga  que van hacia el norte llevan a que los carteles modifiquen sus rutas y  trasladen el problema a otras naciones menos fuertes. 
 
Citando el caso mexicano, dijo que mientras su país cierra fronteras a  la cocaína, las rutas se han desviado "de este país grandote a paisitos  de Centroamérica" como Guatemala, Honduras y El Salvador, que ahora  enfrentan la violencia en sus calles tras convertirse en puntos de tránsito. 
 
"Suponiendo que hubiera algo de éxito en la interdicción de las  fronteras mexicanas -que tengo mis dudas-, y suponiendo que más o menos  llega la misma cantidad de cocaína de Colombia, Perú y Bolivia a Estados  Unidos, entonces esa droga está llegando por otras vías. ¿Cuáles? Pues  los estados fallidos centroamericanos", afirmó el panelista. 
 
Castañeda también cuestionó el régimen flexible de venta de armas en  Estados Unidos. En ese sentido, afirmó que los arsenales ilegales que  entran a México desde su vecino del norte han disparado los homicidios y  las masacres. 
 
También sostuvo que una política coherente contra las drogas no puede  estar orientada por una perspectiva moralista: "Decir que esto es  moralmente malo da lugar a un cuento de nunca acabar (...) Cuando se  transforman los principios morales en políticas de Estado, todos  terminamos perdiendo, salvo el mal". 
 
La legalización 
 
El periodista y columnista de EL TIEMPO Sergio Muñoz Bata intervino para  hacer una crítica al proceso que se vivió en el estado de California  (Estados Unidos) frente a la legalización de la droga, al que consideró  como un reflejo de la doble moral sobre el tema del narcotráfico. 
 
Allí, aseguró Muñoz, existe una tradición de tolerancia y aceptación del  consumo de marihuana y un relajamiento en la represión del consumo por  parte de las autoridades. 
 
"En California se cree que las drogas no hacen daño. Se han buscado  atajos hacia la legalización, pero no ha habido un debate sobre sus  efectos y consecuencias", aseguró. 
 
El periodista recordó que, cuando se presentó la proposición de  legalizar el uso de marihuana con fines medicinales en California -en la  década de los 80-, se generaron situaciones contradictorias para las  autoridades, pues una ley federal que rige en todo el territorio de los  Estados Unidos prohíbe el consumo y la venta de todas las drogas en general. 
 
Al final, dejó una inquietud personal a manera de reflexión: ante una  eventual legalización del consumo, debería existir algún tipo de  prohibición, pero ese control, a su vez, podría generar un mercado  negro. Por ello, las autoridades deben buscar un equilibrio en estas  medidas. 
 
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El Tiempo 
Bogotá, viernes, 11 de febrero de 2011 
'Lucha por reprimir el consumo de drogas es un fracaso': César Gaviria
En el Foro 100 años de EL TIEMPO, el ex presidente formuló políticas  para luchar contra las drogas.  
 
César Gaviria Trujillo enfocó su intervención en el tema de las drogas.  Según el ex mandatario, "la lucha contra las drogas tiene causas  perdidas, entre ellas el consumo. La lucha por reprimir el consumo ha  sido un fracaso, es una utopía, y no ha dado resultados en ninguna parte  del mundo", señaló Gaviria. 
 
Afirmó que la guerra contra las drogas, que se inicio en EE. UU. durante  el gobierno de Richard Nixon, ha sido otro fracaso. Y se justificó  diciendo que "en este momento en EE. UU. hay 550 mil personas presas por  consumir drogas, y eso le cuesta al Estado 450 mil dólares por cada una.  Se invierten más de 40 mil millones de dólares para reprimir el consumo,  sin éxito alguno, se mantiene igual". 
 
Gaviria se refirió al Plan Colombia, del cual dijo que le sirvió a los  colombianos y el país agradece a EE. UU. ese esfuerzo porque ayudó a  mejorar la seguridad del Estado y evitar que el problema de las drogas  se desbordara y convirtiera a Colombia en un país inviable, pero "no ha  sido eficaz contra el narcotráfico ni el consumo". 
 
Se refirió también a la política estadounidense contra las drogas. "Una  política contra las drogas no puede basarse sólo en principios  económicos", señaló, agregando que no le gusta el término legalización  porque crea la sensación de que las drogas no hacen daño y que no  necesitan control. 
 
Sobre el narcotráfico, el ex presidente colombiano expresó que es un  problema que sólo le interesa a tres países: EE. UU. , México y  Colombia, "a nadie mas le interesa". 
 
Gaviria no se opone a la interdicción (operaciones para frenar el  tráfico) y cree que lo que hace Colombia y EE. UU. está bien, pero la  principal solución es que se debe mirar el problema de las drogas como  un problema de salud, y no como una dificultad criminal. 
 
"La despenalización no es la solución, sino parte de la solución",  agregó. Sobre esa política de despenalización considera que debe haber  un acompañamiento a los jóvenes consumidores, y que dicha colaboración  debe partir del Estado y de la sociedad. 
 
De Colombia y México 
 
"México y Colombia deben aplicar políticas de reducción de daño", dijo  Gaviria, y explicó que esas políticas deben ser por ejemplo el uso  medicinal de las drogas ilícitas. 
 
La reducción de la violencia en ciudades colombianas y mexicanas tendría  resultados con esa política, cree el ex mandatario. Según Gaviria, una  de las causas de la violencia es el consumo local y el dominio por los  mercados. 
 
Para él, Colombia y México deben exigir a EE. UU. que abra el debate  sobre la reducción del uso de drogas. 
 
En general, opina Gaviria, la política para atacar las drogas debe  medirse en términos de reducción, violencia, consumo, mercados negros y  no en número de presos o en el aumento del precio de los sitios de  consumo. Explicó que cuando se dice que el precio aumenta, realmente es  una mala noticia, "porque eso incentiva la producción". 
 
Concluyó con que para hacer una política de reducción de consumos deben  participar ONG y contar con la financiación del sector privado.


 
						


