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Nacional

Comunidades del Triángulo Dorado liberan cultivo de cannabis

Pobladores de Tamazula, Durango, en su mayoría mujeres, se adhirieron al programa para destinar sus plantas de mariguana a fines medicinales, tener crecimiento social, generar una economía solidaria y llevar paz a sus pueblos

Andrés Mendoza | 27-11-2022
El Plan Tetecala impulsa los pueblos cannábicos. Piden a autoridades no destruir los cultivos. Fotos: Tomadas de Facebook Ruta Cannábica Morelense

Sembradores de mariguana en cinco comunidades de Tamazula, Durango, acordaron liberar el cultivo y explotación de sus plantas para destinarlas a fines medicinales y lúdicos.

Con esto, el Plan Tetecala, iniciativa social que impulsa a los pueblos cannábicos, localidades con siembra legal de la planta para producirla, transformarla, distribuirla y consumirla libremente, fue aceptado por primera vez en el Triángulo Dorado, la región compartida por los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa que históricamente ha concentrado la mayor parte de los cultivos ilícitos de mariguana y amapola en México.

En una asamblea realizada el pasado 3 de noviembre, 89 representantes de los poblados La Presa, El Judío, El Palmarejo, La Cupia y El Potrero se adhirieron a dicha estrategia, la cual nació formalmente el 27 de noviembre de 2021 en Tetecala, Morelos, con el impulso de ejidatarios locales y colectivos cannábicos de diversos estados.

En la reunión, en la que participaron al menos 60 mujeres, se acordó que continuarán sembrando cannabis, de forma pública y sin miedo, con el objetivo de tener crecimiento social, conservar su cultura y medicina tradicional, aumentar sus conocimientos sobre la planta, sin fines de lucro y, sobre todo, para llevar paz a sus comunidades. También se solicita a las autoridades de los tres niveles de gobierno no destruir los cultivos, al considerar que la prohibición sólo ha desatado una guerra “de la que queremos ser parte”.

“Que nuestra comunidad participe en toda la cadena productiva de la industria del cannabis, empoderando a nuestro pueblo para que tome las determinaciones que correspondan con nuestros recursos y nuestra cultura, protegiendo nuestro suelo con cultivos de regeneración y otorgando información y cultura alrededor de la planta para que nuestra comunidad pueda realizar un aprovechamiento integral y, con ello, generar una economía solidaria y sustentable que permita salir a nuestra comunidad del rezago económico en el que nos encontramos los cultivadores de zonas rurales”, indica el punto cuatro del acuerdo, al que tuvo acceso Excélsior.

En entrevista, Andrés Saavedra Avendaño, representante legal del Plan Tetecala, explicó que la mariguana ha dejado de ser un negocio lucrativo para los narcos mexicanos ante el auge de las drogas sintéticas en Estados Unidos y el cultivo de variedades de cannabis de mayor calidad en ese país, gracias a procesos más tecnologizados que han dejado muy atrás los métodos rurales.

Debido a esto, dijo, desde hace cuatro años los pobladores de Tamazula ya casi no venden su producción a los traficantes. Sin embargo, al ser un cultivo que manejan desde hace 40 años con fines exclusivamente agrícolas y no de autoconsumo, han desarrollado un ciclo económico y cultural con ella. Su adhesión al Plan Tetecala es para ya no sentirse entre la espada y la pared: depender de que los narcos les compren la siembra o arriesgarse a que ésta sea quemada por el Ejército con su política de erradicación.

Sobre la participación de las mujeres, el abogado destacó su búsqueda de una mejor calidad de vida a pesar de que en ellas concluyen varios tipos de marginación.

“En su naturaleza hay ese estado de interseccionalidad, es decir: mujeres en estado de marginación, en sectores rurales y víctimas de la guerra contra el narcotráfico y, aparte, agricultoras”, indicó.

Para Saavedra Avendaño, lo más importante del Plan Tetecala es proteger las manos que trabajan la tierra y que no exista una represión a través de la política gubernamental de erradicación. “Hay que ser incisivos en que quemar el cultivo de un campesino no combate ni al narco ni ayuda a temas de salud ni hace nada benéfico para la sociedad. Al contrario, minimiza, desvaloriza y genera conflicto en torno a la relación del campo con la planta. Quemar cultivos en México porque está atentando a la tierra y a la libertad”, sostuvo.

La firma del acuerdo incluye notificarlo a autoridades federales y locales, desde la Presidencia de la República a la alcaldía, pasando por la Suprema Corte, las fiscalías y comisiones de derechos humanos nacionales y estatales, así como comandantes de las regiones militares.

No obstante, el abogado señala que pocas veces reciben respuesta y sólo acusan recibo.

“La única que nos dio respuesta en algún momento fue la ministra (en retiro) Olga Sánchez Cordero; hasta hoy solamente me han contactado vía telefónica la Sedena y la Guardia Nacional, que también fueron autoridades a las que se les presentó el documento y no han dado una respuesta por escrito. Sedena dijo que no eran competentes de cierta manera, eso fue lo único que mencionaron, pero no hay más. No hay mucha respuesta por parte de las autoridades”, indicó.

Al cumplirse un año del Plan Tetecala, Saavedra Avendaño enumera que, además de Morelos y Durango, han llegado a Colima y Álamos, Sonora. Están por incluir a la nación comcaác, un pueblo indígena de Punta Chueca, Sonora.

“El plan va a seguir aumentando su cobertura y ahorita estamos proponiendo aquí en el estado de Morelos un decreto de liberación de los cultivos que se va a solicitar a la Cámara de Diputados”, adelantó.

 

  • Creación de un manual de cultivo y un invernadero medicinal.
  • Más de 150 acciones realizadas por la liberación: talleres, charlas, visitas a ejidos, entregas de semilla, capacitación, etcétera.

 

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