_
_
_
_
_

Luz verde del Parlament para regular las asociaciones cannábicas

La Cámara permite que se debata la ILP para dar amparo jurídico a los clubes en el cultivo, transporte y consumo de esta sustancia

Jessica Mouzo
Una socia fuma un porro en un club cannábico.
Una socia fuma un porro en un club cannábico. Vicens Giménez

El Parlament ha dado luz verde este miércoles a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) sobre la regulación de las asociaciones cannábicas. La propuesta de ley ciudadana, que entró a la cámara avalada con más de 57.000 firmas, contempla dotar de seguridad jurídica a los 400 clubes que hay en Cataluña, regulando el cultivo, transporte y consumo del cannabis. Todos los grupos parlamentarios han votado en contra de una enmienda a la totalidad del PP, por lo que la ILP seguirá la tramitación regular en el Parlament: se trabajará en comisión y se debatirá de nuevo en el pleno una propuesta definitiva que tendrá que ser votada.

EL defensor de la iniciativa, el exalcalde de Rasquera (Tarragona), Bernat Pellisa, defendió que la propuesta reclama "un marco jurídico y reconocimiento legal" para todas las asociaciones que ahora mismo transitan en un limbo. "En 70 años de prohibicionismo no se ha sido capaz de  reducir el número de consumidores ni acabar con las mafias. O regulamos esto o damos carta blanca a las mafias", advirtió Pellisa, que apostó también por aprovechar la norma para "investigar los efectos nocivos y lesivos" del cannabis de forma segura.

"Esta Ley tiene como objeto establecer claramente el modelo de actividad de las asociaciones de personas consumidoras de cannabis, las normas generales para su constitución, organización y funcionamiento de estas asociaciones y sus clubes", reza el primer artículo de la norma. La propuesta señala la necesidad de proteger la salud pública "mediante una política de reducción de daños" y "compatibilizar" los derechos de los consumidores con el resto de la población. La ILP también contempla un libro de registro en caso de que desarrollen "un programa de autoabastecimiento privado" y, asimismo, se ha de monitorizar y controlar tanto el cultivo como el transporte: "el producto tendrá que estar empaquetado y sellado de forma que se pueda garantizar su integridad en el proceso", apunta la propuesta. Además, hay que ser mayor de edad, ser consumidor y tener un aval de otro socio para poder entrar a algún club.

Pero la propuesta se ha topado con un escollo nada más cruzar las puertas de la Cámara. "Estamos hablando de legalizar una actividad cuyo consumo está prohibido", zanjó el diputado popular Alberto Villagrasa para defender su enmienda. El parlamentario exigió no "banalizar" el consumo y comparó el cannabis con el tabaco y el alcohol, sustancias contra las que se llevan a cabo políticas restrictivas y cuyo consumo está bajando, según él. Además, Villagrasa criticó que se quiera regular el cannabis en el Parlament, cuando eso es, a su juicio, competencia estatal. "Si quieren plantear esta propuesta en serio, tendrán que ir al Congreso de los diputados, porque esta propuesta de ley choca con el código penal. Están empezando la casa por el tejado, haciendo ruido. Esto es ilegal", apuntó.

El resto de grupos parlamentarios, en cambio, defendieron que las políticas restrictivas ya no funcionan y reconocieron que las asociaciones se encuentran en un limbo jurídico. "No se trata de una legalización de la sustancia, sino de regular las asociaciones. Es necesario un debate responsable de alto nivel por razones de seguridad jurídica", puntualizó Noemí de la Calle, diputada de Ciutadans. La CUP criticó la "hipocresía alrededor del tema" y tanto CSQEP como el PSC recordaron que "con la prohibición no se acabará con el problema". Incluso Convergencia, ahora en el bloque de Junts Pel Sí, votó a favor de que la propuesta siga el trámite parlamentario. La republicana Alba Vergès, que habló en nombre del grupo, aseguró que las políticas actuales no han cumplido los objetivos: "muchos juicios y pocos beneficios", sentencio.

A la ILP le queda ahora un largo trayecto, pues tendrá que discutirse en comisión. Aunque votó a favor de discutirla, Junts Pel Sí ya avanzó que "tiene puntos muy controvertidos" que habrá que tratar y solucionar para que la norma salga adelante.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_