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Mariguana: el segundo paso

Con la conclusión de las audiencias públicas sobre la legalización del consumo de la mariguana para fines médicos, el Congreso de la Unión comenzará en breve el debate interno para armar las propuestas de una eventual despenalización.

Desde la amnistía para presos por delitos de consumo o portación de mariguana, hasta el impulso de la actividad de cultivo en el campo mexicano, las propuestas y posturas fueron tan variadas como los participantes en los foros realizados en el Senado y la Cámara de Diputados.

+50%
de los delitos
contra la salud están relacionados con el consumo de drogas
"Debemos dar certeza a la población para que a través de las leyes que se emitan y, posterior a ello, las normas y permisos que se deriven de ellas, salvaguarden la salud de los pacientes”
Maki OrtizPresidenta de la Comisión de Salud del Senado
“Como todo derecho, el libre desarrollo de la personalidad no es un derecho absoluto, por lo que puede ser limitado por la Constitución; y ahí es donde reside la discusión que nos ocupa"
María Elena BarreraSenadora
Los legisladores han mostrado su interés en que en México se permita el uso de medicamentos derivados de cannabis, pero han advertido que se requiere desarrollar también la investigación científica en el país

Con la conclusión de las audiencias públicas sobre la legalización del consumo de la mariguana para fines médicos, el Congreso de la Unión comenzará en breve el debate interno para armar las propuestas de una eventual despenalización.

Desde la amnistía para presos por delitos de consumo o portación de mariguana, hasta el impulso de la actividad de cultivo en el campo mexicano, las propuestas y posturas fueron tan variadas como los participantes en los foros realizados en el Senado y la Cámara de Diputados.

Eso sí: el común denominador de todos los participantes fue que la política de drogas, en específico del consumo de cannabis, debe cambiarse. Durante más de dos semanas, expertos, académicos, analistas, autoridades y congresistas, discutieron en ambas Cámaras del Congreso de la Unión todas las aristas del tema de una eventual despenalización de la cannabis. El debate fue abierto el año pasado tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con el que amparó a cuatro personas para poder realizar un consumo lúdico del enervante.

En el Congreso de la Unión, sin embargo, todo indica que la legalización para el consumo medicinal de la mariguana tendrá paso libre en todas las bancadas.

Los legisladores han mostrado su interés en que en México se permita el uso de medicamentos derivados de cannabis, pero han advertido que se requiere desarrollar también la investigación científica en el país.

 “Debemos dar certeza a la población para que a través de las leyes que se emitan y, posterior a ello, las normas y permisos que se deriven de ellas, salvaguarden la salud de los pacientes y que el sistema sea cuidadoso y vigile apropiadamente, en su caso, la producción, la venta, la distribución, la importación o exportación de medicamentos derivados del cannabis”, expuso Maki Ortiz, presidenta de la Comisión de Salud del Senado.

Los expertos señalaron que debe definirse un posible modelo para el uso medicinal de la cannabis y la forma en que se podría recetar su uso.

La cannabis, explicaron, tiene alrededor de 400 sustancias activas y de 66 cannaboides, pero aún es complejo determinar el verdadero impacto de cada uno en la salud de las personas.

‘No es un derecho absoluto’

Por otro lado, en el tema del consumo para uso recreacional, la idea de la libre determinación de la persona puede toparse con una pared.

Teniendo como base la idea de la libre determinación de los individuos para consumir lo que deseen, se intenta impulsar un modelo de consumo que despenalice su uso.

“La Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se ha pronunciado sobre la libertad intrínseca que tiene la persona para decidir sobre el libre desarrollo de su personalidad. 

“Como todo derecho, el libre desarrollo de la personalidad no es un derecho absoluto, por lo que puede ser limitado por la Constitución; y ahí es donde reside la discusión que nos ocupa, en el enfoque y los límites que debemos colocar para encuadrar los efectos y consecuencias que debe tener el ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad frente a la salud de la población”, expuso la senadora María Elena Barrera.

Con este argumento, los congresistas antepondrán el argumento de la salud sobre el del desarrollo de la personalidad.

Se expuso que la mariguana produce 20 veces más el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, en comparación con el tabaco; que es una sustancia altamente delictiva; y que el riesgo de padecer depresión.

Un cambio legal

Uno de los aspectos que también podría tener garantizado su paso en el Congreso es el cambio en los parámetros legales sobre la cantidad posesión de la mariguana, lo que podría provocar que se libere a miles de personas que están presas por pequeñas cantidades.

Se calcula que el 60 por ciento de los presos en el país están en prisión por delitos contra la salud; de ellos, el 41 por ciento fue detenido por posesión de sustancias por un valor menor a 500 pesos.

Actualmente, más del 50 por ciento de los delitos contra la salud están relacionados con el consumo de drogas; de ellos, el 62 por ciento, corresponde a la mariguana.

La despenalización en el consumo de la mariguana, cualquiera que sea su fin, podría acarrear la liberación de miles de personas, lo que traería también la desocupación en algún grado de las cárceles del país.

No solo la posesión está criminalizada en el país, sino su consumo. Se reveló que, en el 2014, la PGR reportó un total de 13 mil 500 detenciones, de las que 4 mil 800 fueron por consumo y 4 mil por posesión; esto representó el 65 por ciento de los delitos contra las drogas.

Esta es una de las contradicciones de la política actual de drogas: aunque el consumo no está penado en sí mismo, sí lo está la posesión de más de cinco gramos de mariguana. 

Intereses frenarían despenalización

Para Ricardo Pérez-Montfort, académico e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), la despenalización para consumo lúdico de la cannabis podría verse empañada por la presencia de intereses en la clase política que negocia una posible reforma. “Sabemos en México que la clase política, de los años 70 para acá, ha estado involucrada e íntimamente vinculada al fenómeno del crimen organizado y de las drogas. Pero ya en la década de los años 20 o 30 ya sucedía (…) ya desde entonces había un vínculo muy estrecho entre el político y el traficante o el distribuidor de opio.

“No es raro que muchos políticos mexicanos que, a la fecha –y es un secreto a voces-, estén vinculados con el negocio del narcotráfico. Y secreto a voces es un decir: está Villanueva en Quintana Roo; en Tamaulipas; se habla de secretarios de Estado en los años 80 o 90 que estuvieron relacionados con el narco. Me atrevería a decir que, en México, es una relación casi natural”, sentenció el catedrático.

Por otro lado, hay también quien por interés impulsa una despenalización. El catedrático citó el caso del expresidente Vicente Fox, quien “ya vio en eso un excelente negocio”.

Para el historiador, el debate sobre una despenalización de la mariguana debe darse sin hipocresía y con toda la información disponible a la mano, pero siempre poniendo en primer lugar la libertad de los individuos.