El uso de la cárcel se salió de proporción

Si la idea era controlar la producción, transporte y uso de drogas a partir de la mano dura, se terminó criminalizando a los más vulnerables y marginados
El Espectador (Colombia)
Miércoles, 19 de julio, 2017

Las estrategias antinarcóticos aprovecharon la selectividad del derecho penal para convertir la política de drogas en una guerra contra los más débiles: contra aquellos que desempeñan tareas logísticas en el negocio del narcotráfico (como las personas que sirven de correos humanos o expendedores minoristas), que son fichas reemplazables y reciben baja remuneración. La pregunta que surge es: ¿por qué persistir en una política que causa el encarcelamiento masivo de personas, que afecta particularmente a quienes tienen experiencias de vida marcadas por la marginalidad educativa o laboral y que ha causado daños irreparables a mujeres, hombres y jóvenes?